sábado, 19 de noviembre de 2011

Si me invitas a un trago

Creí que tu perfil encajaría
con la sombra que tengo guardada bajo la almohada
(aunque  tus ojos vengan del cielo sobre el hielo del sur
y los suyos de la hierba en el  norte del mismo continente)
Quizás me confundió la luz tenue de la escena,
y el olor de unos acordes,
y ahora me veo arrinconada en la pared
con las manos en los bolsillos
y tú que caes hacia mi risa,
sin saber que es lo correcto o lo que quiero,
sin poder detenerte para darme un momento
y pedirme otra copa que me hunda del todo
en tu encanto y el deseo.
Aunque los dos sabemos
que  no irás mas allá de mi piel y la nostalgia,
no se si es justo que te arrastre a mi cama
con el golpe de un guiño,
y la complicidad de los bares y la madrugada.
Pero esta noche me daré  por vencida
y dejaré que me toques despacio
si me invitas a un trago,
que me lleves a tus dudas y a tus sueños llenos de pájaros
si no tienes prisa y me acompañas a casa,
si no haces preguntas ni me prometes para mañana,
si me apartas el miedo y olvidas mi cumpleaños,
si me enredas el pelo y me ensucias la boca,
si no te asustas ni sales  corriendo
cuando en el próximo embiste  te muerda el pulgar.

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